Nos quedamos hasta el domingo 22 de julio en el departamento de la familia Meléndez Gutiérrez, quienes hicieron gala de una generosidad sin límites para con nosotros. Pudimos recorrer gran parte de los lugares históricos y arqueológicos de la zona, en particular el sitio donde se llevó adelante la batalla de Ayacucho en las pampas de Quinua, la cual puso punto final a la dominación española en el continente americano en el año 1824. También recorrimos excavaciones que se están efectuando para conocer más de la cultura Wari, previa a la Inca, y casonas de muchísimo años en la ciudad, algunas de las cuales están en proceso de restauración y otras ya se ofrecen a distintas actividades. Realmente quedamos impresionados con la historia de una ciudad que tiene muchísimo para ofrecer.
Salimos de Ayacucho el día domingo 22. En la idea de no repetir rutas que habíamos recorrido el año pasado, buscamos evitar Lima y poder proseguir con el viaje hacia el norte. La única forma era continuando por la Cordillera de Los Andes. Nos recomendaron un camino de ripio pero muy bien consolidado desde Rumichaca hasta Huancavelica, donde retomaríamos el asfalto. Excelente elección. Se podía circular a buen ritmo, sin inconvenientes para la Combi y, especialmente, observando paisajes y fauna de altura (Siempre a más de 4000 msnm) dignas de destacar.
Algo novedoso protagonizamos ese día. Al llegar al cruce de caminos entre el que nos llevaba a Huancavelica y el desvío a la Mina La Caudalosa y a Huachocolpa, advertimos que estábamos a 4800 msnm y que si continuábamos nuestra ruta, ésta comenzaba a descender, pero que si tomábamos el desvío, el camino seguía subiendo. Estábamos a poco más de 150 metros de altura para batir lo que suponíamos el récord de altura por la que pasa un camino que, a nuestro entender, era el Abra del Acay, en el noroeste argentino, en la ruta que une Cachi con San Antonio de los Cobres. Si mal no recuerdo, hay allí cerca de 4960 msnm. Tenemos una foto en nuestro blog subiendo esa cuesta. No lo dudamos: seguimos por el desvío. El GPS ascendía continuamente, hasta que llegó a los 4981 msnm (ver la foto). No había dudas: el Abra del Acay no tenía ese récord que se comenta en muchos foros. Incluso, avanzamos un poco más y nos encontramos con un cartel (ver foto) en el que se menciona una altura de . . . 5059 msnm!!! Todos sabemos que los GPS no son buenos medidores de altitud, así que suponemos a semejante cartel fundamentado en una seria medición con altímetro. Las coordenadas del lugar, para los que quieran llegar allí, son: Latitud Sur. 13° 4´ 33,7´´ y; Longitud Oeste: 75° 01´40,7´´. Entusiasmados con la experiencia, desandamos el camino y retomamos la ruta original, siempre disfrutando de un entorno maravilloso.
Llegamos a Huancavelica al atardecer. Con mucho frío pasamos la noche frente a una pequeña plaza y dos iglesias (siempre hay que estar bajo la protección divina). Por la mañana del lunes 23 bien temprano reiniciamos el tramo que nos llevaría a Huánuco, ciudad ubicada en ceja de selva que nos habían recomendado. Estábamos de nuevo cruzando la Cordillera de Oeste a Este. Fueron más de 550 Km que nos demandaron todo el día, por caminos de asfalto en buen estado general, pero muy trabados con curvas y contracurvas continuas. Pasamos por muchos lugares de interés, pero en especial por el pueblito de Izcuchaca, con estación de ferrocarril muy pintoresca, rodeada de altas cumbre, sobre el río Mantaro y con un bellísimo puente de la época de la colonia aún en funcionamiento para los peatones y ciclistas.
Huánuco, a la que llegamos al atardecer, es una ciudad bastante moderna, a orilla del río Huallaga, con muchísima actividad comercial y de servicios, enlace entre la actividad de la zona de selva amazónica y el resto del país. Pasamos allí una noche y, al día siguiente, martes 24, nos fuimos hasta Tingo María para estar ya en la misma selva nuevamente. Visitamos la Cueva de las Lechuzas, magnífica oquedad en la piedra caliza de un cerro, del tamaño de varias catedrales y con la magnificencia de esas construcciones, con estatlitas y estalagmitas, desde la plaza pudimos apreciar la figura de la “Bella Durmiente” resultante de la imaginación popular respecto de la curiosa forma de un cerro cercano (ver foto). Creíamos que ese mismo día íbamos a regresar a Huánuco para luego ir acercándonos a la costa del Pacífico a la altura de Lima o a la de Casma, pero…comenzamos a revisar el mapa y vimos que había una ruta que se internaba más en la selva y hacia el norte, al punto de que parecía llegar hasta Yurimaguas, puerto sobre un afluente del Amazonas que conecta el noreste de Perú con el Océano Atlántico, mediante una navegación por la más importante cuenca fluvial del mundo. También es Yurimaguas punto final de una recientemente construida carretera (la Interoceánica Norte), de aproximadamente 1000 Km de largo, que deposita al viajero en el puerto de Paita sobre el Pacífico y muy cerca de la frontera con el Ecuador. Con Zulma nos mirábamos y preguntábamos: ¿existirá el camino de ripio en condiciones aceptables? ¿Habrá condiciones mínimas de transitabilidad y abastecimiento? Decidimos no retroceder y quedarnos a pasar la noche en Tingo María para averiguar. Estacionamos ese martes frente a la municipalidad local, cenamos un pez de río llamado dorado (creemos que no es el mismo de nuestro Paraná) que compramos en un restaurante, y al día siguiente miércoles 25 estábamos charlando con el Subgerente de Turismo de Tingo María, Lic. Bequer A. García Chávez sobre nuestra idea: nos alentó a seguir. Aprovisionamiento había, seguridad aceptable si se viaja de día, camino en tareas de asfaltado, malo por partes solamente, regular en otras y con asfalto en parte del trayecto. Eran más de 600 difíciles kilómetros que nos demandarían por lo menos dos días de marcha, pero que nos depositarían en las puertas de Iquitos, quizás en la más emblemática región de la amazonia toda en la región de Loreto que es la más grande de todo el Perú. Decidimos ir por ese lugar: renovábamos la idea de apreciar la selva en toda su dimensión y ese era el destino apropiado para hacerlo. Hicimos un paso previo por la cascada denominada “El Velo de la Novia” camino a Pucallpa, lugar que recomendamos. Luego, al mediodía seguimos camino hacia Yurimaguas. Los primeros Km fueron de asfalto, luego ripio en mal, regular y buen estado según partes. Lo importante es que están construyendo la carretera en toda la extensión. Calculamos que en un año estará en gran parte hecha. Hicimos noche (la del miércoles 25 de julio) en Tocache, en el Hotel España. Una pésimo lugar, que recomendamos no contratar. Pésimo internet y falta total de silencio para un descanso mínimo.
Al día siguiente reiniciamos la ruta. Nos encontramos con una “tranca” de casi 3 horas por trabajos en un cerro por el cual están haciendo el nuevo camino. Ya sabíamos que, con eso, no llegaríamos tampoco ese día a Yurimaguas.
Como algo novedoso, les comentamos que durante estos dos últimos días fuimos detenidos en varias oportunidades por “Guardias Campesinos” o “Seguridad Ciudadana” que estaban apostados sobre la ruta garantizando la seguridad en la zona y pidiéndonos colaboración pecuniaria (entre 5 y 8 pesos argentinos cada vez es, lo que se acostumbra a dar) para poder continuar con su tarea. Averiguamos que son grupos que se armaron bajo la anuencia del gobierno de Fujimori y significaron la “respuesta” ante la ineficiencia y corrupción policial frente a una ola de secuestros, violaciones, asesinatos y robos. Debemos de haber pagado cerca de 10 de esos “peajes voluntarios”
Luego de cruzar dos veces el río con balsas (dicen que Sendero Luminoso dinamitó los puentes hace años, a poco de haber sido inaugurados) y de pasar por lugares selváticos aunque casi siempre poblados, con algunas serranías de baja altura (ya estábamos llegando a la inmensa llanura amazónica) y bastante calor, llegamos a Tarapoto, importante ciudad con todos los servicios y población de casi 150.000 habitantes. Hicimos la noche del jueves en ella y hoy viernes 27 de julio estamos saliendo para Yurimaguas con la intención de subirnos allí a una lancha que –tras dos días de navegación por el río Huallaga y otros afluentes del amazonas-, nos deposite en la famosa Iquitos. Esta variación en nuestra ruta nos demandará cerca de una semana, considerando el tiempo necesario para visitar esa ciudad.
Los álbumes de fotos son los siguientes: 11° ruinas Wari, Ayacucho, camino a Huánucos – 12° Camino a Tingo María, de nuevo la selva, Tarapoto
En la próxima entrada, esperamos no poder contarles como trabajan los “reducidores de cabezas” en el Amazonas. Hasta ese entonces.
Hola Ricardo y Moni. Gracias por el saludo y acompañamiento. Un abrazo
Zulma y Carlos
Sigan disfrutando tan maravilloso viaje, fantasticos relatos que nos hacen un poco viajar con ustedes. Que tengan suerte, cuidense mucho, un saludo grande desde La Pampa!!!
hola Zulma y Carlos
Excelentes las fotos. Que siga todo bien.
Un abrazo
hola
jajajaja
quiero hacer una acotacion respecto de tu deseo de no encontrate con los «reducidores de cabezas»….
«Dicen….»…. que los pobres, al recibir la noticia de que te aproximabas,… huyeron despavoridos porque, explicaron, -no cuentan con recursos para una dimension semejante !!!!!
Hola Guillermo: Gracias por tu acompañamiento!! estamos seguros de que en no mucho tiempo seguirás el mismo camino. Un abrazo
Zulma y Carlos
Hola Carlos y Zulma!!! Saludos desde San Pedro!!! Que hermoso viaje que están realizando!!! Un fuerte abrazo y sigan disfrutando!!!
Guillermo.