El domingo 3 de agosto llegamos a Barreirinhas y nos estacionamos a la Vera o Río Preguicas, lugar de unos 400 metros de largo, con muelles turísticos para las lanchas de excursión, algunos restaurantes (los más caros, por eso hay que caminar un par de cuadras y se come por la mitad), lanchas de pescadores y algunas agencias de turismo y negocios relacionados con esa actividad. El sitio estaba bueno y bastante seguro. Pegado a él, había una playa pública sobre el río, coincidente con una especie de médano metido en medio del pueblo. Las aguas templadas y limpias fueron de suma utilidad para darnos chapuzones a menudo.
Esa tarde arreglamos hacer las dos principales excursiones en el lugar. La primera era un paseo de más de 5 horas en vehículos 4×4 para conocer los famosos lencois, la cual concretamos para el lunes 4 a partir de las 14 hs.; y la segunda, para el martes 4 a partir de las 8:30 hs., consistía en navegar todo el río hasta su desembocadura en de Caburé.
Con todo el programa resuelto para uno de los destinos en los que más expectativas teníamos depositadas en este viaje, nos dedicamos el domingo y la mañana del lunes a hacer “orden interno”, acomodando la Combi, lavando ropa (y a nosotros, je, je), etc, etc.
Por la noche tuvimos la suerte de presenciar en la misma costanera el Sexto Festival de Jazz & Blues que organiza la ciudad todos los años. Estuvo muy bueno, totalmente gratuito y con mucha afluencia de público.
Los Lencois Maranhenses (Lencois significa lienzos o sábanas en alusión a la forma de las increíbles dunas) son un desierto de arena pura, fina y blanca sin una brizna de hierba, de unos 35 km de ancho por 110 km de largo, que comienza sobre la margen izquierda del río Preguicas y se extienden hacia el NO en dirección a Sao Luis. La particularidad de este desierto, lo cual le da características únicas en el mundo, es que se trata de un lugar en el cual, durante gran parte del año (estación de lluvias y unos meses más), el agua limpia y transparente abunda, depositada en cientos (o quizás miles) de lagunas de los más variados tamaños, a algunas de las cuales se les han puesto nombres (Laguna Bonita, Laguna Azul, Laguna Peixe –que es casi la única que no se seca en todo el año-, y muchas más).
Luego de recorrer a ritmo de rally Dakar unos 30 Km de estrechos caminos de arena, en medio de montes de árboles de castaña de cajú, nos encontramos en forma imprevista con una mole de arena de unos 70 metros de altura, lo cual nos generó una sorpresa muy especial. Pero ella fue incomparable con la experiencia de llegar trepando y no sin esfuerzo, a la cima de esa gigantesca duna y tener frente a la vista una inmensidad blanca, ondulada, infinita, con una multiplicidad de lagunas de agua tan azul como el hermoso cielo que enmarca este alucinante paisaje. Para nosotros fue una de las cosas más hermosas que jamás hemos visto en nuestras vidas.
Los gritos de emoción de algunos excursionistas al llegar a la cima, solo los podemos comparar con los que hemos escuchado al visitar nuestro Glaciar Perito Moreno, o cuando ingresamos a la ciudadela de Macchu Pichu, o al ver la Garganta del Diablo de nuestras Cataratas del Iguazú.
Regresamos de noche, felices y hasta conmocionados por lo que habíamos visto y recorrido. No dejamos laguna sin hacer una incursión a sus aguas templadas y nos pasamos casi 3 horas caminando entre medio de tanta arena.
El martes salimos en lancha y disfrutamos del río, con sus riberas cubiertas de vegetación y salpicada, de tanto en tanto, por algunas pequeñas aldeas de nativos, ranchadas de emprendimientos turísticos y alguna que otra casa de algún señor afortunado. Fuimos haciendo algunas paradas y llegamos a Caburé, muy cerca de la desembocadura, lugar donde coinciden muchos de los visitantes, en el cual pudimos disfrutar de las aguas del mar, con mucho oleaje, y de las calmas aguas del río. Luego de un excelente pescado a la parrilla, regresamos a Barreirinhas a las 15 horas. No lo dudamos y de inmediato salimos para acortar camino con nuestro próximo destino. Hicimos noche en la Shell de Morros (donde habíamos parado de venida).
Las fotos de los Lencois y de la navegación por el río Preguicas, se pueden ver cliqueando en ESTE ENLACE.
Las que les debíamos de la ciudad de Sao Luis, ya las hemos subido AQUÍ.
Gracias por la compañía y mensajes. Hasta pronto.
Gracias julia y Vital. para nosotros también fue un placer estar con ustedes. Hasta la próxima!!!!
Zulma y Carlos
Olá Zulma e Carlos
Foi um grande prazer conhecê-los.
Foi um convívio de alegria e ouvir sobre vossas experiências, nos enriqueceu muito.
Um abraço e esperamos que as coincidências das estradas permitam nos encontrar novamente.
Júlia e Vital