Días 60 al 66: Regreso a casa.

Ya estamos en nuestra casa de San Pedro; llegamos el pasado jueves.

Cuando salimos Río de Janeiro continuamos por la costa hasta Angra dos Reis, solo para tener una visión de esa parte del litoral que quedaría pendiente para una próxima visita. Luego tomamos la BR 116 (Río de Janeiro, Sao Paulo, Curitiba) hasta la BR 277 que nos depositó en Foz do Iguazú. Ambas están en excelentes condiciones, aunque con peajes bastante altos de 10 reales cada unos 80 km de recorrido. Ingresamos por Puerto Iguazú y pasamos nuestra primer noche en suelo argentino estacionados en la plaza del simpático pueblito misionero de Puerto Libertad.

Seguimos hasta Ituzaingó en Corrientes, donde está radicada la represa binacional Yacyretá. Inmenso emprendimiento que alcanzó la cota máxima y su plena generación de energía en el año 2011, aportando al sistema eléctrico interconectado nacional el 15% del total del consumo eléctrico de nuestro país. Recomendamos a todos los viajeros no dejar de utilizar las visitas guiadas y gratuitas a la represa. No tienen desperdicio ya que muestran aspectos desconocidos para la mayoría de los argentinos.

Antes de Yacyretá pasamos por la ciudad de Posadas (Misiones) y quedamos sorprendidos por la espectacular costanera recientemente terminada, que permite paseos de varios km sobre el río Paraná, con lugares para práctica de deportes, caminatas, ciclismo, gimnasia, clubes náuticos, tiradero de lanchas y muchos más, todo ello enmarcado por una gran forestación, principalmente de lapachos rosados. Lamentamos no tener tiempo para quedarnos por lo menos un día en ese lugar donde el Paraná ya esta embalsado por la represa y genera un inmenso lago artificial.

En total hicimos 16.740 km en 66 días, circulando por un territorio inmenso, sin tener inconvenientes, por rutas muchas veces sobrecargadas y en casos (sobre todo en el norte), en bastante mal estado. Las clásicas “lombadas” dificultan mucho la marcha en los caminos secundarios, aquellos que atraviesan pueblos y presentan continuas interrupciones que obligan a tener una particular atención si no se quieren romper los amortiguadores.

La gente por lo general es hospitalaria, amable y colaboradora. Bocinazos de simpatía en la ruta y hasta invitaciones para dormir en domicilios particulares, lo acreditan. Por supuesto que la rivalidad futbolera siempre está presente, lo cual se termina resumiendo en el “irmãos argentinos” en todo “menos en el futebol”.

Hasta la próxima amigos!!