Días 73, 74 y 75: Procesión en Antigua – Panajachel – Lago Atlitán

El Quinto Domingo de Cuaresma nos levantamos temprano. A las 7 de la mañana ya estábamos en las calles de Antigua en compañía de nuestros amigos. El motivo: participar de la procesión que ya había salido de un pueblo cercano, San Bartolomé. Rápidamente encontramos el camino previsto, donde cientos de familias se afanaban en terminar a tiempo esas “alfombras” con las cuales tapizaban la calle frente a sus casas. Las hacían con aserrín y viruta coloreadas, y con infinidad de flores, vegetales y frutas, con los que decoraban toda clase de imágenes y dibujos alusivos a la celebración cristiana. Todo debía estar listo para la hora en que la procesión pasara por allí, y así fue. De pronto comenzaron a aparecer cientos de personas vestidos con túnicas de color lila, todos varones, primero sin una formación u orden aparentes, y luego ubicándose en dos filas larguísimas, una a cada lado de la calzada, despejando el centro de la misma por la que comenzaban a marchar otros hombres vestidos de soldados romanos y de todos aquellos personajes que, según la historia bíblica, participaron de la crucifixión de Jesucristo. A lo lejos, al fondo de la calle, se comenzaba a divisar una inmensa tarima que avanzaba despacio, con una cadencia extraña, primero inclinándose hacia un costado, y luego hacia el otro, para terminar adelantándose muy lentamente. La tarima medía no menos de 25 metros de largo por 7 u 8 de ancho y era portada por 40 hombres por cada lado, vestidos con las túnicas violetas, quienes con visible esfuerzo y constricción la apoyaban sobre sus hombros y la transportaban. Sobre la tarima había un nutrido grupo de figuras angelicales y querubines, quienes a su vez portaban otra plataforma, sobre la cual había una bellísima y Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Caída, portando la cruz. Todo animado con una fuente de agua en funcionamiento, que daba color y más movimiento a tan alucinante escena.

La gente desbordaba las veredas por larguísimo trecho, y se sumaba con profunda devoción a esta impresionante ceremonia religiosa.

Como si lo que les relatamos fuera poco, inmediatamente después, marchaba una banda popular de 80 músicos, quienes con instrumentos de viento y percusión interpretaban impecablemente una música sacra que envolvía la escena con inmensa fuerza, elevando a todos, espectadores y partícipes de la procesión, en un acto único y sublime.

Detrás de esa representación, venía otra gran tarima con la Virgen ubicada en la parte superior, la cual era flanqueada y portada con igual sacrificio y veneración, por mujeres vestidas de negro. Y detrás de ellas, otra banda compuesta por otros 40 músicos. No se podía ver en una sola mirada el principio y el fin del recorrido. Y así vinieron marchando en procesión durante casi 24 horas, recorriendo las calles de San Bartolomé  y Antigua, con una multitud siguiendo el evento, para luego finalizar regresando al templo de San Bartolomé Becerra.

Al margen de la creencia religiosa o no que cada uno tenga, ver semejante demostración de fe con masiva participación popular, significó una experiencia única que tratamos de transmitirles aquí. Fue imposible sustraerse a la emoción colectiva y el evento produjo un profundo impacto en nosotros.

Terminamos a las 6 de la tarde, regresando a las instalaciones donde teníamos nuestras casas rodantes. Allí nos enteramos que los portadores de la imagen de Jesús, que pesa 4500 kilogramos, se van turnando en cada cuadra, lo cual significa la participación –solo en eso- de más de 12.000 hombres.

Ayer, en compañía de Heinz y Soledad (Dominique y Evelyn continuaban viaje hasta Panamá, donde finalizaba su periplo y regresaban a Suiza), salimos con destino al Lago Atlitán. Llegamos pasado el mediodía a un hermoso hotel que tiene anexado un camping, llamado “Hotel Bahía de Atitlán”. Está situado unos 200 metros bajando a la derecha, antes de ingresar a Panajachel, un pintoresco poblado a orillas del lago. Las instalaciones son magníficas, con costa sobre uno de los más hermosos lagos de América, piscina, parrillas, baños completos, inmenso parque con sombra y césped cuidado, conexión de internet y restaurante en el hotel a precios accesibles. ¡Todo un paraíso!

Cuando llegamos estaba todo el lago cubierto con bruma y no lo pudimos apreciar, pero hoy disfrutamos de toda su belleza, con tres volcanes en su frente. Ya lo podrán ver cuando subamos las fotos.

Mañana nos vamos de este lugar con destino a unas termas junto a nuestros amigos Heinz y Soledad, quienes nos prometieron que pasado de un intervalo de 6 meses en el cual verán sus cosas y familia en Europa, continuarán viaje hasta el sur del continente, con destino a nuestro país, donde nos van a visitar.

Ya hemos recorrido más de 15.000 km, aunque estamos un poco atrasados con relación a nuestro proyecto original. Sin embargo el viaje no nos pesa. Sí sentimos por momentos esas ansias profundas de estar con nuestros seres queridos, con Ivito que ya empezó a dibujar letras en el jardín. Pero sabemos que todos están bien, y que esta será la única vez en la que podremos tener esta experiencia.

Fotos de la procesión en Antigua Guatemala

Chau amigos!